lunes, 8 de diciembre de 2008

Origen

Y buscaba alegrar hace pocos siglos, el pequeño segundo, de cada siglo que yo disfrutaba.
El deber no es deber, sino jugar, contemplar un espectáculo poseído por lo extraño, que lo extraño apacigüe y llame la atención, que moleste o que maraville, que haga lo que sea pero que haga algo. Dentro de todas las posibilidades, hay que buscar la que nos agrade. Podemos plantear todo tipo de acciones, y su contenido variable y justo, justo para quien lo encuentre.
Una idea inicial es la recuperación de la poesía y las artes visuales como tal en el escenario, hacer drama con la poesía mientras de fondo se ven cuadros de algún pintor invitado. Dejamos en claro que la poesía puede venir de quien se quisiese, con cualquier fin. Estaría vestido como una especie de mimo, sin maquillaje y con ropa de calle, con una boina para distinguir que podría ser un mimo, esto es hecho para que haya discusión referente a lo que es en verdad lo que se representa en el escenario. Luego una conversación de otros personajes, uno con mascara colgando de los pies podría ser, discutiendo un poema, recitándolo, conversando el poema con el mimo, mientras una cámara saca una foto al publico, con flash, y luego se le proyecta en el fondo, al tamaño mas natural posible, luego se debate entre los actores, como se quisiese, quien habla a cual publico. Esto tan solo como idea.
El fin de utilizar el teatro, es, para mi, la posibilidad de usar la gran mayoría de las artes, y poder plasmarlas en un lugar, donde quizás hace bastante tiempo no se enmarcan, es jugar con lo habitual y lo ya hecho, no se plantea novedad, sino intertextualidad, usar partes de otras obras, que alguien actúe cosas distintas, pero que no se maree al publico, la idea no es necesariamente sofocar al espectador, pueden ser mucho o poco, o un punto medio, pero a base siempre una revitalización, una acción dentro del teatro, quizás por el mismo hecho de que hay que sentirse vivo, reutilizar ciertos parámetros de las obras anteriores, ocupar las libertades. Los texto pueden, pueden no deben, ser transformados a diálogos, una novela a dialogo, pero inmediato, sin traspaso a personaje, que la novela sea directamente leída por posibles párrafos, actuados por quien quiera, la utilización de las ropas es libre para la acción necesaria a representar, disfraces, trajes de época, de moda o la vestimenta del actor, o quizás nada o poco, todo dependiendo de conjunto que dirija la obra.
Referente al tiempo de las obras no es necesario hacer extremadamente largas las obras, ni muy cortas, pudiéndose así establecer recesos, o aplicar luces a los pasillos para que la gente se largue si eso es lo que desea. Principalmente mi idea es que n sean obras extremadamente largas, sino mas bien completas, que se sienta el cierre de un círculo, de un cubo, de un triangulo, de lo que se quisiese, siempre batiéndose entre las necesidades mismas a expresar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

wena jano, buen texto, estoy de acuerdo con la idea de "origen", y por sobretodo me gusta tu estilo, estoy chato de weas simoniacas, llenas de palabras pendejas y de una ingenuidad que dan ganas de agarrar un buttplug con alambre de pùas y hacerse que los pastelazos se sienten encima. un afectuoso saludo y espero que escribas constantemente!